Siempre se ha comentado que los extremos nunca son buenos. Y en la alimentación tanto para bien como para mal, también se cumple este dicho. La ortorexia es un trastorno que nos ocasionamos cuando nos obsesionamos hasta el más mínimo detalle con llevar una alimentación lo más sana y natural posible.
Por una parte, tenemos la preocupación y el querer conocer detalles. Por otro, tenemos la obsesión. Y en esto no debemos caer. Sigue leyendo para descubrir si sufres ortorexia.
¿Qué es la ortorexia?
Hemos descubierto que existe una tendencia a cuidarnos y a mejorar nuestra alimentación. Cada vez más nos preocupa la higiene, buscamos formas novedosas y alternativas de cocinar nuestros platos y prestamos mucha atención al producto que vamos a consumir.
Sin embargo, hay estudios como el del Instituto de Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Roma que afirma que el 6,9% de la población occidental sufre este trastorno. En el día a día de estas personas, la alimentación es el tema principal de cada día.
Durante muchas horas, la búsqueda de alimentos «correctos» en valores nutricionales y el menú semanal es su principal obsesión. Además, esta obsesión viene acompañada de una preparación casi milimétrica de los utensilios usados durante el cocinado.
Necesidad de control
Esta necesidad de controlar cada paso de la alimentación, supone problemas desde el punto de vista social. Salir a comer o cenar con amigos o familiares, provoca gran ansiedad. Una pista sobre este trastorno suele ser cuando no se disfruta de la comida ni de la compañía, ya que la preocupación se extiende más allá de comer un plato exquisito y rico sin cumplir con todos los valores.
¿A quién puede afectar?
La ortorexia está ligada con personas que necesitan verse perfectos. Están ligadas a personas que se consideran muy exigentes y estrictas consigo mismas. Afecta en mayor medida a mujeres y que suelen hacer deporte, ya que tienen conocimientos de nutrición. Asimismo, estas personas llevan un control estricto de su peso para mejorar su imagen personal.
Nuestro consejo profesional
Por nuestra parte, aconsejamos que si sientes que estás ante este problema, te pongas en manos de expertos. Por un lado, expertos nutricionales que te «enseñen» de nuevo a comer, a hacerlo cuando se sienta hambre, a prestar, en definitiva, atención a sus sensaciones y no a sus creencias.
Por otro lado, terapeutas, familiares y su circulo social más cercano también serán claves para que se encuentren los motivos que han hecho llegar a este problema.