Hoy en dia, sabemos que, un estilo de vida saludable es fundamental en el mantenimiento de la salud en general y, en particular, en la prevención y mejor manejo de las patologías hormonales, inflamatorias y autoinmunes.
Además la nutrición es un factor clave en la regulación del sueño y la energía, ya que los alimentos y las bebidas que consumimos afectan la producción de hormonas y neurotransmisores que controlan nuestro ciclo de sueño y vigilia.
En primer lugar, nos vamos a centrar en la calidad del sueño. Y es que hay 5 principales sistemas y órganos que intervienen en mantener un estado fisiológico y hormonal adecuado pero hoy seremos más extensos con algo importante llamado un ritmo circadiano adecuado.
¿Y qué es el ritmo circadiano?
En pocas palabras, todo lo que ocurre en nuestro cuerpo es cíclico y rítmico. Este circulo de sucesos está acorde con el día – noche. Por lo que se llama ritmo circadiano (alrededor del día).
Cuando hablamos de cambio de hábitos no solo hablamos de cambios en la organización, planificación y desarrollo en cuanto al como nos nutrimos. El cambio debe de ser global, desde la práctica de ejercicio, exposición diaria a la luz natural, oscuridad por la noche y mantener relaciones sociales. Además de un buen descanso nocturno y buena higiene del sueño.
En cuanto a la buena higiene del sueño, en nuestra vida caótica, los horarios irregulares, la alta contaminación lumínica nocturna, los dispositivos electrónicos y el cambio de horarios brusco de los fines de semana, con respecto a lo de los días laborables suponen tanto una reducción del tiempo de sueño, como de su calidad. Esto conlleva, el llamado jet lag social, generando una alteración fisiopatológica de los ritmos internos y externos.
Si esto se mantiene en el tiempo, habría un alto riesgo de enfermedades crónicas como son el síndrome metabólico, la obesidad o el cáncer. Hay que ser consciente de ello, y mantener una buena calidad del sueño.
Aquí hay algunos de los modos en los que la nutrición puede influir en el sueño y la energía.
Sueño y Energía: Cómo la nutrición influye
Carbohidratos
Los carbohidratos complejos, como los encontrados en frutas, verduras, granos integrales y lácteos bajos en grasa, pueden ayudar a mantener un nivel constante de energía durante todo el día. Sin embargo, una ingesta excesiva de carbohidratos simples, como los encontrados en dulces y bebidas azucaradas, puede causar picos y caídas en los niveles de azúcar en la sangre, lo que puede interferir con el sueño y la energía.
Proteínas
Las proteínas ayudan a regular los niveles de azúcar en la sangre y proporcionan una fuente de energía duradera. Incluir una cantidad adecuada de proteínas en cada comida y refrigerio puede ayudar a mantener la energía durante todo el día y mejorar la calidad del sueño.
Grasas
Las grasas saludables, como las encontradas en nueces, semillas, aguacate y pescado, pueden ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre y proporcionar una fuente de energía duradera. Sin embargo, una ingesta excesiva de grasas saturadas y trans puede aumentar el riesgo de trastornos del sueño y disminuir la energía.
Cafeína
La cafeína, que se encuentra en el café, el té, el chocolate y algunas bebidas energéticas, puede aumentar la energía y la alerta mental. Sin embargo, la cafeína también puede interferir con el sueño y aumentar la ansiedad, por lo que es importante limitar la ingesta de cafeína en la tarde y la noche.
Vitaminas y minerales
Algunas vitaminas y minerales, como la vitamina B12, el hierro y el magnesio, son esenciales para la producción de energía y pueden influir en la calidad del sueño. Asegurarse de obtener una cantidad adecuada de estos nutrientes esenciales a través de una dieta equilibrada o suplementos puede ayudar a mejorar el sueño y la energía.
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